Martinica

Información general y económica

El francés y el criollo son las lenguas utilizados y que cohabitan en esta isla de 352.205 habitantes[1].

Martinica tiene estatus de colectividad territorial de la República francesa. La autoridad regional, la Colectividad Territorial de Martinica, está liderada por el presidente del Consejo Ejecutivo. El Gobierno francés está representado por el prefecto.

La unidad monetaria utilizada en la isla es el euro. Su prefijo telefónico es +596 y su código departamental es 972.

El PIB de Martinica ascendió a casi 9 millones de euros en 2020, es decir 24.728 € por habitante, la cifra más alta de las regiones de ultramar francesas, pero inferior a la media nacional francesa.

La economía de Martinica está esencialmente basada en el sector terciario.

[1] Datos provisionales Eurostat 2022

 

Descripción geopolítica y territorial

Situada en el corazón del archipiélago de las Antillas Menores, Martinica está bañada por el océano Atlántico al Este y, por el Caribe, al Oeste. Gracias a esta situación excepcional, la isla se brinda a un comercio regular con otros países y continentes vecinos.

La superficie de Martinica es de 1.128 km². Tiene una longitud de 80 km en su parte más ancha y 39 km en la más estrecha. Montagne Pelée, volcán activo actualmente, es el punto más elevado (1.397 m) de la isla, al Norte, donde predominan densos bosques, ríos y cascadas.

En el centro, la llanura de Lamentin, donde se encuentra el aeropuerto internacional Aimé Césaire, hace la transición al relieve más suave y antiguo del Sur. La costa sur alberga numerosas bahías y calas pintorescas. La planicie de petrificaciones, en el extremo sur, es una auténtica rareza geológica.

El clima, relativamente cálido y húmedo, está marcado por dos estaciones: la Cuaresma (estación seca) y la Invernada (estación de lluvias de junio/julio a octubre/noviembre). La temperatura oscila entre 25°C y 30°C todo el año.

Esta isla tropical está cubierta de suntuosos bosques tropicales, sabanas y flores, sin olvidar un ecosistema marino excepcional, caracterizado principalmente de manglares, praderas de algas y arrecifes coralinos. Su riqueza es única debido al endemismo de muchas especies y al patrimonio, poco común, pero amenazado, de los hábitats en los que residen. Todo ello hace de la isla un extraordinario jardín exótico, convertido en “Reserva de la Biosfera” de la UNESCO en 2021, cubriendo la totalidad de su territorio terrestre y marino.

 

Estatuto de la Colectividad Territorial de Martinica

Creada en 2015, la Colectividad Territorial de Martinica integra las competencias de los antiguos Consejos General y Regional, con la incorporación de nuevas atribuciones.

Su poder decisorio está compartido por el Consejo Ejecutivo, compuesto de ocho miembros y dirigido por un presidente, y por la Asamblea Territorial, denominada “Asamblea de Martinica” y que tiene igualmente un presidente. Esta última engloba a los cincuenta y un representantes territoriales de Martinica, elegidos directamente.

Esta colectividad – autoridad local – detenta la competencia de gestión de las políticas aplicables a Martinica. Mantiene estrechas relaciones con las tres Instituciones Públicas de Cooperación Intermunicipal (que son CACEM, CAP Norte y CAESM[1], en sus siglas en francés), así como los treinta y cuatro municipios de Martinica.

Asimismo, el territorio martinico está dividido en 4 barrios administrativos (de los que proceden los cuatro diputados y dos senadores de Martinica, miembros de la Asamblea Nacional Francesa y del Senado). La capital de la isla es Fort de France, desde la erupción de Montagne Pelée, que devastó la antigua capital, Saint-Pierre, en 1902.

[1] Comunidad Urbana del Centro de Martinica, Comunidad Urbana de la región del Norte de Martinica y la Comunidad Urbana del Espacio Sur de Martinica.

 

Relaciones con los socios del Gran Caribe

Martinica es a la vez francesa, europea y profundamente caribeña. Es por ello que su integración en su entorno geográfico es una prioridad. De hecho, es miembro asociado de la Organización de los Estados del Caribe Oriental (OECO), de la Asociación de los Estados del Caribe (AEC) y de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPALC), comisión regional de la Organización de las Naciones Unidas.

 

Agricultura

Históricamente, los sectores agrícola y agroalimentario han estado orientados a la exportación (principalmente a Europa), sobre todo de plátanos y caña de azúcar para la producción de ron.

En Martinica, el sector del plátano representa un 60% de los trabajadores agrícolas, ocupando actualmente 5.000 hectáreas. En lo referente a la producción de ron, Martinica es famosa por ser la tierra de origen de algunos de los mejores rones agrícolas del mundo, galardonados en varios certámenes, como el de Spirits Selection de Bruselas, y protegidos por una DOP[1] desde 1996. También se producen otros cultivos, más marginales, de frutas tropicales como la piña, el guayabo y el mango.

En la actualidad, Martinica quiere completar su desarrollo agrícola y alimentario, apoyando el desarrollo de una oferta alimentaria local, basada en su rica biodiversidad y sus ancestrales técnicas agrícolas de cultivos y de cría de ganado.

Martinica apuesta por el desarrollo de su agricultura, adoptando diferentes medidas de apoyo a los agricultores y a la diversificación, con el fin de apoyar, innovar y valorizar una producción local de alto rendimiento, diversificada y respetuosa con el medio ambiente, además de apoyar su transición agroecológica.

Gracias a la investigación y la innovación en materia de insumos, una mejor integración en su cuenca geográfica, el desarrollo de canales de distribución de proximidad y la búsqueda de una nueva dinámica relativa a fondos financieros, Martinica se encuentra en una fase de aceleración en su política de autonomía y adaptación alimentaria.

[1] Denominación de Origen Controlada.

 

Turismo

El patrimonio de Martinica en materia de artesanía, su literatura de renombre internacional, su música y sus bailes tradicionales y modernos, así como su arte de vivir y su gastronomía, hacen de Martinica una tierra de tradición y cultura.

Cabe destacar, entre otros, el centenar de monumentos históricos de la isla y la ciudad de Saint-Pierre, calificada como “Ciudad del Arte y la Historia”, destruida por la erupción de Montagne Pelée, el 8 de mayo de 1902.

Numerosos escritores han dado a conocer esta tierra en el mundo. En particular, podemos citar a Aimé Césaire, Suzanne Dracius, René Maran, Frantz Fanon, Edouard Glissant o, incluso, Joseph Zobel.

Martinica también es un destino para los amantes del turismo marítimo. Ofrece la posibilidad de realizar escapadas a los islotes o los fondos blancos. La isla también atrae a los amantes de las deportes náuticos como el flyboard, el wakeboard o incluso el “yole” (vela tradicional).

 

Biodiversidad

Martinica es un territorio con una biodiversidad excepcional; también es uno de los puntos calientes del planeta y, por tanto, una verdadera prioridad en términos de gestión y protección. Posee ecosistemas muy diversos y de un gran valor biológico y ecológico.

Conscientes de estas ventajas, los investigadores de la isla trabajan para inventariar, estudiar y proteger sus recursos biológicos, con el fin de desarrollar sectores de alto valor añadido.

Para lograr estos objetivos, las autoridades regionales han decidido liderar una exploración exhaustiva de la biodiversidad y los recursos biológicos del territorio, creando el Centro Territorial de Exploración de la Biodiversidad de Martinica. Su objetivo es el de revalorizar los recursos biológicos y desarrollar la investigación en ciencias biológicas de Martinica.

 

Energías renovables

La situación geográfica de Martinica le permite disponer de un importante potencial de energías renovables (energía solar, fotovoltaica, hidráulica, geotérmica, eólica, biomasa…).

El porcentaje de energías renovables dentro del consumo energético total suponía en 2022 el 25%. Ante esta situación, se están estudiando y creando soluciones tecnológicas en toda la región.

Hasta la fecha, cabe citar la planta de tratamiento y aprovechamiento de residuos orgánicos de Fort-de-France y la central energética de biomasa, que suministra en torno al 15% de la electricidad necesaria para Martinica.

La isla también dispone de energías renovables intermitentes, con un parque solar y eólico en constante crecimiento, que actualmente proporciona alrededor de un 10% de la electricidad verde de la isla.

Martinica también podría beneficiarse de un potencial todavía sin explotar, como el de la energía geotérmica o las tecnologías holográficas, ámbitos que son objeto de especial atención.

El objetivo de Martinica es lograr la autonomía energética en 2030.