Ubicación geográfica
Mayotte es una isla de origen volcánico que se eleva desde las profundidades del océano hasta una altura de más de 3.000 metros. Su existencia se remonta a hace unos ocho millones de años. Situada en el hemisferio sur entre el Ecuador y el Trópico de Capricornio, es la más antigua de las “Djazair Al Kamar” o “islas de
la luna” (según el apelativo otorgado por los geógrafos árabes). Mayotte tiene actualmente 270.372 habitantes censados.
La isla de Mayotte se sitúa al sur del continente africano, en la parte occidental del Océano Índico entre la costa este africana y el noroeste de Madagascar, en la entrada norte del canal de Mozambique a la altura del meridiano 45 este y entre los paralelos 12 y 13 sur.
Territorio francés
Convertida en territorio francés desde el 25 de abril de 1841 (fecha de la firma del tratado de cesión de Mayotte a Francia entre el Capitan Passot y el último Sultán de la isla, Andriantsouli); la isla con forma de caballito de mar se sitúa a 10.000 km de la metrópolis, a 1.500 km de la isla de La Reunión, a 400 km de la costa este africana y a 300 km de la costa oeste de Madagascar. Tiene una superficie de 375 km2. La isla de la laguna es en sí misma un archipiélago compuesta por una treintena de pequeños islotes, de los cuales los principales y habitados, “la Grande Terre y la Petite Terre” están separados por un gran brazo de mar de unos 2,8 km. La conexión entre ambos islotes se realiza mediante una embarcación del Departamento, que tiene una frecuencia de media hora, todos los días hasta las doce de la noche. Cabe destacar que la isla sufrió un enjambre sísmico en mayo de 2018, un fenómeno natural que se prolonga durante más de un año y que dio lugar al nacimiento de un volcán submarino a más de 50 km de distancia de Pamandzi (según la información suministrada por los científicos en mayo de 2019).
Un abanico de potencialidades
El departamento 101º es, sin lugar a duda, el territorio de Francia que registrará un mayor crecimiento durante la próxima década. El primer reto de la isla es, evidentemente, el de su población, que alcanzará la barrera de los 400.000 en el horizonte 2030, así como su bienestar y su desarrollo. Un desafío superado gracias a un desarrollo económico estable, a las inversiones y a la formación, con el objetivo principal de fomentar la creación de empleo. La isla de Mayotte posee, asimismo, un gran potencial en materia cultural y patrimonial, aunque la riqueza de este territorio sigue sin estar suficientemente reconocida.
Su puesta en valor por parte del Departamento supone un verdadero deber, mucho más allá de la labor institucional. Mayotte es un territorio que apoya el deporte. La organización de los Juegos de las Islas de Océano Índico en 2027 debería suponer un importante impulso en términos de ordenación del territorio. El Departamento se ha comprometido también a hacer frente a los distintos retos relacionados con el medio ambiente: gestión coherente de los recursos hídricos y de saneamiento; gestión de los residuos generados en el territorio; protección del patrimonio natural o el impulso del desarrollo de las energías renovables, la lucha contra el calentamiento global y la contaminación del aire. Se han anunciado importantes políticas públicas contra el cambio climático. Confrontada a una gran pobreza, Mayotte permanece alerta y anuncia con firmeza su voluntad de convertirse en un territorio de futuro.
